sábado, 3 de noviembre de 2012

El gnomo y la seta


2 comentarios:

  1. Hola, Ana. Lo mejor para mí, la barba transparente del gnomo. En Realidad, como tú dices, y donde vives, por culpa de tus siete años todo te sale muy bien. En el antes del orden ―mueca triste del gnomo detrás de su barba transparente― y en el después del orden ―mueca alegre del gnomo detrás de su barba transparente.

    Todo. La franja azul para señalar el dentro y fuera de la graaan seta. La pared de la seta, ladeada antes del orden, y bien recta después. La lámpara moviéndose antes, y quieta y derecha después. Las sábanas amarillas por el suelo antes del orden, y bien puestas en su sitio después. Los muebles, igual.

    Por cierto, qué hay encima de los muebles, ¿una gata con sus dos gatillos? Parecen verse orejas de gato. Aunque antes del orden, a la izquierda, la mamá gato parece un vampiro volando sobre las sábanas, y los dos gatillos, pulgas llenas de sangre por el suelo hacia las que, claro, vuela la gata vampira. ¿Es así?

    Como han pasado varios días, en su segunda visita el gnomo lleva ropa distinta y por eso lo has dibujado con otro color, ¿no?

    Adiós, Ana. En otro capítulo el gnomo puede ser más gnómada, moverse más y no preocuparse tanto por el orden de las setas. Viajar por ejemplo a Transilvania, o ir al cine a ver las científicas aventuras de Víctor Frankestein y su perro.

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