viernes, 22 de marzo de 2013

Del relato: "Los mundos: Varios mundos divertidos y emocionantes".



1 comentario:

  1. El verbo ULULAR le gustaba mucho a José Luis, un chico de unos 17 o 18 años (más del doble que tú ahora: ANA x 2 = X, o sea, Ana multiplicada por dos igual a sabe Dios). De esto hace más más de 30 años; ahora el chico es papá.

    A José Luis le gustaba mucho escribir. Uno de sus cuentos se titulaba

    RIIING-RIIIIING

    Empezaba, claro, así:

    "SUENA, suena el maldito teléfono..."

    Te lo llevaré impreso cuando volvamos de Montoro. Lo entenderás casi todo: como a ti también te gusta mucho escribir y leer, "ere mu lihta tú"... El cuento trataba de un chico que se aburría mucho una tarde de domingo, ya lo verás. Te mando ahora sólo el párrafo donde aparece lo de ULULAR. Al leerlo te darás cuenta de que el chico no estaba lejos de la adolescencia (tú a veces sufres un poco a los preadolescentes; pues él era, digamos, un postadolescente allá por 1981, 1982: pongo los números de los años sólo para fastidiarte).

    En el párrafo, el chico que se inventa José Luis (él mismo de alguna forma) hasta baila ULULANDO con tal distraerse bien aquella tarde de domingo:

    « A oscuras juego un juego macabro en el que invoco a los demonios que acechan en el umbral del alma. Ritos sagrados que invento, danzas ULULANTES de llamada satánica. ¡Suena el teléfono!, corro hacia él. Por fin, seguro que algún amigo sincero quiere hablar, sentir nuestra amistad. Pero sólo es el vecino de abajo para decirme que deje de dar pisotones en el suelo (...) »

    Hasta la vuelta.



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