viernes, 31 de mayo de 2013

Un cuento para su amiga Mar






1 comentario:

  1. … Ana y Ao Gao, antes de dormir, casi todos los días dan un paseo por la playa; sin hablar, sólo pensando, o sintiendo, o lo que sea, pero bien tranquilamente siempre. No todas las noches la luna está sobre el mar, pero hoy, 14 de agosto de 2063, sí.

    “Debe ser que por mis 58 años, la luna también se ha acercado a felicitarme”, piensa y sonríe. Contemplando la luna sobre el mar, Ana sonríe un poquito más recordando a dos amigas de su ya lejana infancia en Málaga, España… y recordando también una igual de lejana partida de DIXIT.

    “Cómo fue…”, piensa. “Una carta con una luna tan llena como la de esta noche… El cuentacuentos dijo ‘No es el mar’… Y yo no supe relacionar la carta ni con Mar ni con Luna… No hace tanto, cuando los 58 los cumplió Luna, hablé con ellas… Luna vive ahora en Australia… Y Mar en Alemania... Caramba, sus intermóviles mentales les han avisado de que estoy pensando en las dos y llaman a mi intermóvil mental. Perdonad, luna y mar, pero voy a charlar un rato con Luna y Mar.”

    ―Perdona tú también, Ao, me llaman dos amigas, desde Alemania MAR Y LUNA desde Australia. ¿Te importa si mientras paseamos hablo mentalmente con ellas?

    ―En absoluto, pala nada… En estos paseos noctulnos ya sabes que yo también leo tu pensamiento sin necesital el intelmóvil. Ah, y antes de que empieces a hablal con tus amigas… Ya sé el nomble pala la nueva pizzelía: ¡MARILUNA!

    ―¡Qué bien Ao, has dicho Mari… y no Mali…! Y MARILUNA me parece un nombre estupendo.

    [¿No es también estupendo enterarse con tanta anticipación de que sin duda alguna Ana, aunque ahora diga otra cosa, acabará casándose con Ao Gao, un buen hombre chino con un nombre que ahora 50 años antes nos parece raro, pero que en Guatemala y 2063 será bastante corriente?]

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